sábado, 26 de marzo de 2011

La noche nos da la oportunidad de soñar


Estaba en un campo lleno de flores y que leía un libro, un libro que me marco, Desde mi cielo, lo leía tranquilamente tumbada a la sombra de un gran árbol, un roble creo, o algo por el estilo, las margaritas me hacían cosquillas en las plantas de los pies, descalza y con un vestido fino en ese día tan caluroso, parecía que todo era perfecto. Entonces una nube caprichosa comenzó a dejarse llevar sobre mi, cerré el libro y me puse las sandalias, debajo de aquel roble me quede esperando. Entonces atisbe una sombra entre la fina lluvia de verano. Vestías unos vaqueros y una camiseta morada, tus acostumbradas playeras y un paraguas, te acercaste a mi y me sonreíste
-Te dije que iba a llover-el
-Lose, pero se me olvido coger el paraguas-ella
-Suerte que siempre estas en el mismo sitio-el
-Tan predecible soy?-ella
-Solo para los que te conocen de verdad-el
-Y tu eres uno de ellos?-ella
El la tomo entre sus brazos debajo del paraguas, se acerco a su oído y le susurro un ligero si, después la beso y caminaron debajo de ese paraguas de regreso a su mundo perfecto, con un libro y un amor tremendo.

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