In NY

Sabias exactamente a donde tenias que ir y lo que tenias que hacer, pero el caso era, ¿querias hacerlo?
El asunto era sencillo, el había viajado desde España para simplemente hablar contigo, si, hablar, pero tu estabas segura de que no había recorrido tantos kilómetros solo para HABLAR, te había citado en el Empire State, el edificio en el que tu siempre le habías dicho que te encantaría que se te declarasen, sabias que lo tuyo era amor, y del de verdad, pero no considerabas ni por un segundo la idea de que lo que tu sentías era lo mismo que el, estaba claro que no, llevabas 4 años en las mismas, dos años del instituto y dos mas en los que habías conseguido trabajar para una de las revistas de moda mas importantes del mundo garcias a un curso de fotografía que tu madre te había impulsado ha hacer, ahora tenias éxito, lo tenias todo, menos a el.
Así que caminabas por la ajetreada New York en busca de algo que te dijera cual era la solución para aquel marrón en el que te habías metido. Entraste a la biblioteca publica, desde hacia un año, desde que estabas en NY, ese sitio había sido tu salvación, tu vía de escape, así que decidiste acudir a Mary, la bibliotecaria de 54 años tartamuda que siempre te había ayudado, Mery te acompaño hasta la estantería que mas te gustaba de toda la biblioteca, en la que estaba el libro de "Orgullo y Prejuicio", de Jane Austen, habías visto un millon de veces la película, pero nunca te habías atrevido a leer el libro y menos en ingles aunque solo fuera por que no deseabas estropear esa imagen que tenias de la película, entonces te diste cuenta de que si no subías al Empire State y le decías a ese chico que le querías, lo perderías para siempre y con el la oportunidad de ser feliz.
Tus piernas no daban para mucho y menos con un bolso  de Channel y unos Louboutin, te quitaste los zapatos, dejaste el bolso a buen recaudo en la biblioteca y corriste todo lo que tus pies descalzos te permitían, cuando llegaste a la puerta ya eran las 20:12, tal vez llegabas tarde, así que corriste hacia el ascensor y pulsaste los botones todo lo fuerte que pudiste, cuando las puertas se abrieron saliste con prisa, y ahí estaba, delante de ti, con lagrimas en los ojos y un tremendo ramo de rosas.
-Has venido...
-Casi, buff, casi, no llego..
-Pero has venido
Se acerco a ti dejo las rosas en el suelo, te tomo la cara y te dijo
-Te quiero
Y te besó. Las luces del Empire State se iluminaron como dando la enhorabuena al nuevo amor que allí habia comenzado o mejor dicho que alli se habia proclamado